9 may 2011

9 de mayo del 2011 Sin perdón ni olvido

En este momento desearía haber nacido dos décadas antes, para poder vivir alegrías colectivas, como la caída del muro, el fin de la dictadura militar en Chile, fin de la guerra irani iraquí, etc... para poder vivir, aunque sea una vez en la vida la emoción colectiva de la cual fueron protagonistas mis padres, tíos y abuelos. Lo se, mi eterna lucha por la liberación animal a veces se ve tan utópica, tan lejana y se que no estaré viva cuando la liberación absoluta ocurra, pero me mantiene en pie justamente esa seguridad de que algún día se hará justicia. Esta vez todo fue diferente, nunca me había sentido tan impotente ante una injusticia de aquella magnitud ni siquiera con pascua lama ni con lo de historia, el ducto de mehuín,  lo del pase, etc... Sabía que habían muchos millones bajo la meza, que aprobarían el proyecto, pero dentro de mí existía una gota de esperanza, esa que te mantiene en pie de guerra, ir a las marchas, convencer a toda la familia, rayar los billetes de todos mis compañeros con "patagonia sin represas" (y de pasadita "liberación animal") escribir una y mil veces en twitter #patagoniasinrepresas #noahidroaysen  hicimos todos lo que pudimos, luchar, lo que estuvo a nuestro alcance ¿de qué sirvió? todavía me lo pregunto, me siento tan impotente al igual que millones de chilenos que no son escuchados, tan pasada a llevar, sin el único derecho de ser escuchada, al igual que millones de personas... siento que si solamente tengo una opinión y no actúo no sirvo para nada