Nestlé, Procter & Gamble y Unilever han sido denunciadas por Greenpeace, debido a que "para satisfacer la demanda creciente de aceite de palma para su uso en alimentación, cosmética y biocombustibles [la llamada "energía verde"] (...)" han provocado "la destrucción de los bosques de turberas de Indonesia, una de las reservas más ricas de carbono en el mundo (...) aumentando las emisiones de gases invernadero" y que, como dicen desde la ya nombrada asociación, "los Gobiernos se dirigen hacia la destrucción de los bosques y el incremento de las emisiones de dióxido de carbono poniendo como excusa salvar el clima"?
